domingo, 13 de febrero de 2011

Ponencia Lic. Ana Vilma Albanez de Escobar

Ponencia Lic. Ana Vilma Albanez de Escobar
Vice Presidenta República de El Salvador

Almuerzo Diálogo de Acción Callejera-Fundación Educativa
“Impacto de la Inversión Social en el Desarrollo Económico”
Salón Maguá, Hotel Gran Almirante
Santiago de los Caballeros, República Dominicana
Septiembre 13 del 2007



Agradezco a la Acción Callejera por esta invitación para conversar con ustedes, distinguidos participantes, acerca del Impacto de la Inversión Social en el Desarrollo Económico, la experiencia Salvadoreña.

Antes de comenzar, debo decirles que tengo una muy buena razón para aceptar su atenta invitación; y es que mi carrera política, corta aún, arranca en 1999 con una preocupación similar a la que ustedes abrazan.

Unas semanas antes de que el Ex Presidente Flores asumiera su cargo, lo encuentro en una fiesta y le expreso mi deseo de apoyar durante su gestión con un programa de ayuda a la niñez en situación de calle. El candidato entonces toma nota y una vez electo, me llama. Tomo un folder donde he apuntado algunas ideas del proyecto y corro a la casa de campaña.

¿Y qué creen que me propone? La Dirección del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, la institución más controversial del Estado en aquel momento, no con uno, sino con dos sindicatos.

Regreso todavía en shock y mi marido apenas puede creer lo que le cuento. Al final, termino aceptando el cargo, pero en su primer encuentro con el Presidente, mi marido le dice: “si hubiera sabido que me ibas hacer esto, no voto por ti…”

Permítanme pues, felicitarlos de corazón por esta labor encomiable con la cual me identifico de corazón: el apoyo a la niñez en situación de calle.

¿De dónde venimos?
El Salvador es un país que ha sufrido transformaciones profundas. Es difícil pensar que hace menos de 20 años atravesamos una guerra interna, el colapso de nuestra infraestructura productiva, el rompimiento de nuestro tejido social, la adopción de una serie de políticas estáticas que pusieron freno a toda iniciativa empresarial.

Y además, quizás lo más importante, el origen de una migración, que hasta ahora no termina, en búsqueda del sueño americano. Esta migración ha significado para nosotros la fuga, en la persona el migrante, de talento humano, de capacidad y de espíritu emprendedor de audacia.

-Pero también ganamos-
Ganamos conciencia de que el país debía responder, no solamente a las necesidades de unos pocos, sino a las necesidades de las grandes mayorías. Ganamos conciencia de que vivíamos en un país que necesitaba experimentar una verdadera democracia…. Ganamos una libertad de expresión que nunca habíamos tenido. Ganamos conciencia de que no queríamos volver nunca más a una situación de guerra.

Y por último, ganamos, porque al despertar de la pesadilla, recuperamos la esperanza, y nos pusimos a trabajar arduamente para sacar adelante el país…en medio de las secuelas de una postguerra, por supuesto.

Admiro a mis hermanos Salvadoreños porque pareciera que siempre estamos dispuestos a enfrentar retos y adversidades, y es que lo Salvadoreños estamos conscientes de que para progresar debemos trabajar muy duro.

-¿Cómo inicia la recuperación?-
Posterior al conflicto, hace casi 20 años, surgió en nuestro país un grupo de salvadoreños progresistas, que buscaron identificar hacia donde debía ir El Salvador. Esta fue la reunión de la élite intelectual de la derecha, preocupados por el rumbo futuro del país. Y destaco ese compromiso que surgió de un grupo de actores sociales golpeados profundamente por la guerra.

Este grupo se convirtió en FUSADES, la fundación salvadoreña para el desarrollo económico y social, que tanta incidencia ha tenido en definir nuestra visión país, pero sobre todo, influyó en presentar como prioritario el tema que nos reúne esta tarde: la agenda social de El Salvador.

Como lograr un crecimiento económico sostenido para volvernos una sociedad más incluyente y más equitativa dentro de un esquema político de libertades.

Comenzó pues, no solamente a desarrollarse la conciencia social, sino también a gestarse la voluntad política de resolver con urgencia, la situación de pobreza que afligía al país.  Es decir, la guerra nos lanza a la cara la patética realidad de miles de salvadoreños. En ese momento el 60 porciento de salvadoreños se encontraba en situación de pobreza.

Con las iniciativas de FUSADES, comienza un manejo de país más ordenado. En 1985 FUSADES elaboró el primer diagnóstico de la situación económica de El Salvador conocido como “El Libro Dorado”.

En este se exponía con claridad, la situación crítica en que se encontraba nuestro país. El libro planteaba además, la urgente necesidad de realizar un ajuste estructural y el cambio de un modelo de sustitución de importaciones a un nuevo modelo económico basado en la apertura de mercados.  De todo esto, apuntando a generar crecimiento económico sostenido, para combatir la precaria situación social.

Una vez firmados los acuerdos de paz, se llevó a cabo el primer censo poblacional después de la guerra. (El quinto desde que iniciaron el Censo).

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