sábado, 21 de julio de 2012

Ponencia Sr. Christopher Lambert


Intervención Sr. Christopher Lambert
Ministro Consejero, Embajada de los Estados Unidos en Santo Domingo

Almuerzo Diálogo Acción Callejera-Fundación Educativa, Inc.,
"Inversión Social: Garantía de Desarrollo"
Salón Maguá, Hotel Gran Almirante
Santiago de los Caballeros, República Dominicana
Mayo 17 de 2011 

Antes de iniciar mis palabras deseo presentar, de manera formal, las más sentidas excusas de nuestro Embajador, Raúl Yzaguirre, quien originalmente tenía programado estar hoy aquí con ustedes.  Este evento es muy importante para él, ya que uno de sus temas preferidos es la educación.  Por eso estoy aquí hoy, representándolo como debe ser.

Desde los primeros años de historia, en los Estados Unidos han existido defensores de la educación como un elemento clave para que sobreviva la democracia.  Horace Mann, por ejemplo, enfatizaba que una educación pública universal era la mejor manera de convertir los jóvenes problemáticos en jóvenes disciplinados y juiciosos.

Con el tiempo, se ha demostrado que ellos tenían razón.  El profesor de economía de la Universidad de Harvard, Profesor Eduard L. Glaeser expresa que no existe un país con bajos niveles de educación que haya mantenido un sistema democrático por un largo plazo, mientras que los países con altos niveles de educación se han mantenido con una democracia estable.

Es más, se ha encontrado una correlación de un 77 por ciento entre los niveles de educación en el año 1960 y los subsecuentes 40 años de estabilidad económica.

Asimismo, existen estudios que sugieren que la tasa de retorno significativo de las inversiones en programas de educación y entrenamiento en términos del pago, sea sueldo o salario, tiene un mayor impacto positivo en la vida de las personas.

Como la inversión en educación aumenta la posibilidad de mejores salarios y aumenta las oportunidades en la vida de una persona, entonces podemos afirmar que la inversión en educación fortalece la economía de un país y la seguridad económica de las familias.

Los beneficios de los ciudadanos por tener una mejor educación tiene un impacto en el beneficio público: habrá más pago de impuestos por ciudadanos con  un mejor salario, se reduce el pago en asistencia social y se reduce la criminalidad.

La inversión en el capital humano es especialmente importante ya que mucho del poder productivo en la economía de los países depende de su gente.

En el caso de los Estados Unidos, se estima que todos los edificios comerciales y los equipos de propiedad privada tienen un valor de unos 13 mil millones de dólares.  Sin embargo, el capital humano de la nación, medido por las habi8lidades de su fuerza laboral tiene un valor tres mayor, o sea de 48 mil millones de dólares.

Se sabe también, por estudios realizados, que las sociedades están en mayor riesgo de conflicto cuando sus jóvenes, especialmente los masculinos, tienen una baja tasa de educación secundaria.  Cada año de educación recibida, nos dicen los expertos, reduce el número de jóvenes en riesgo en un 20 por ciento.  Esta cifra es realmente significativa.

Asimismo, las mujeres que reciben más años de educación se casan más tarde, tienen menos hijos y se someten a mejores cuidados prenatales.  Sus hijos tienen mejores tasas de supervivencia, mejor saluda y mejores niveles nutricionales.
Tres años adicionales de escolaridad en las mujeres se refleja en una reducción del 20 por ciento en los niveles de desnutrición de los niños.

En África, por ejemplo, los hijos de madres con cinco años de educación tiene un 40 por ciento más de posibilidad de vivir más años, que aquellos que nacen de madres sin educación.

Es más, varias investigaciones han encontrado que el aumento en escolaridad está disminuyendo la tasa de infección del VIH/SIDA.  El acceso a la educación secundaria es significativo en la reducción de la vulnerabilidad de la mujer de ser infectada.

Los jóvenes con poca o ninguna educación tienen el doble de probabilidad de contraer esta enfermedad cuando se comparan con los que han completado la educación primaria.

Es interesante la información presentada por un reciente estudios del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, el cual encontró que los estudiantes dominicanos que se encuentran entre el 10 por ciento de la tasa de rendimiento más alto, están al mismo nivel que el 10 por ciento de los estudiantes con menor rendimiento en países como Corea del Sur y Canadá.

Otro estudio sobre República dominicana, realizado en el 2008, indica que el país se encuentro en el último lugar en matemáticas, lecto-escritura y ciencia, cuando se comparan los resultados de los estudiantes dominicanos con los de otros 15 países que participaron en este estudio.  Este estudio hace un diagnostico de los logros académicos de los estudiantes de tercer y sexto grado en Latinoamérica.

La economía dominicana esta actualmente comportándose mejor que lo esperando en relación con sus niveles de educación.  Los sectores económicos que muestran mayor crecimiento dependen del capital humano.  Si el país no invierte en su capital humano, muy pronto estará en desventaja competitiva en términos de su capital humano.

En la Republica Dominicana solo el 50 por ciento de los niños que se inscriben en la escuela primaria completa los primeros cinco años de estudios.  Mientras, solo un 10 por ciento completa la educación secundaria.

Para nadie es una sorpresa el hecho de que una fuerza laboral educada es necesaria para poder competir en una economía globalizada.  Un nivel bajo de estudio y de rendimiento escolar hace muy difícil que un país pueda competir en este mundo globalizado.

La inversión pública en educación es de un 2 por ciento del producto interno bruto, mucho menos que el 4 por ciento requerido por la ley de educación.  Esta inversión es importante porque la inversión social es la que mejor asegura una tasa de retorno.  Hasta que los pueblos y sus ciudadanos no entiendan esto, no podrán tener una democracia o una economía sostenible.

Finalmente,

Mi presencia hoy aquí es un reconocimiento al importante trabajo que ustedes en Acción Callejera realizan a favor de la niñez de Santiago.  En realidad, pienso que ojalá que los programas que ustedes realizan se puedan multiplicar a través de toda la nación.

Como ustedes más que nadie saben, existe un amplio consenso – que incluye las ONGs, la sociedad civil, los líderes nacionales, y el mismo Gobierno – sobre la importancia de la educación para el futuro de la República Dominicana.

Y eso es precisamente lo que veo cuando miro alrededor de este salón hoy: el claro interés y compromiso de parte de un amplio, variado e importante sector de esta sociedad unidos y trabajando juntos para mejorar la educación.

Finalmente, quisiera concluir con algo que expresara la Secretaria de Estado Hillary Clinton hace unos años, en un libro que escribió sobre cómo criar un niño.  El título del libro, muy apropiadamente, y esta es una traducción no oficial, es “Se necesita un pueblo para criar un niño”.  Y aquí, en Santiago, vemos precisamente esto: un pueblo, una ciudad, que se une para ofrecerle educación a sus niños y niñas.

¡Muchas felicidades y muy buenas tardes!

Santiago, R. D.
17 de mayo de 2011

No hay comentarios: